Por María Belén Méndez, Psicóloga en formación.
La validación en términos emocionales se define como la capacidad de entender y comprender las emociones del otro, esta habilidad nos permite empatizar a una mayor escala mejorando así nuestras relaciones con los demás. Tener un amigo que posee la disposición de escucharte y no juzga tu sentir siempre ha de ser algo por lo que nos sentimos afortunados. Validar no es una tarea fácil, a pesar de ser una estrategia que mejora considerablemente nuestras relaciones es mas sencillo hacer lo contrario, solemos invalidar lo que no entendemos de forma casi inmediata.
Pero, si la validación emocional es importante, ¿deberíamos hacer lo mismo con comportamientos?
La respuesta es no, validar conductas poco funcionales podría poner en riesgo las relaciones sociales y hasta la misma regulación emocional. Entender la emoción no significa justificar acciones que atentan contra uno mismo, los demás o su entorno, de hecho, este tipo de comportamientos podrían ser invalidados (de forma respetuosa) para evitar su repetición en el futuro.
Ahora bien ¿cómo podemos poner en práctica la validación en nuestro día a día?
No tienes que ser un experto en conducta para hacerlo, a continuación te dejo algunos pasos con los cuales puedes comenzar a practicar validación emocional.
1. Está atento: Presta atención y escucha atentamente lo que te quieren comunicar.
2. Se observador: No te limites al lenguaje verbal, en muchas ocasiones nuestro cuerpo habla por nosotros, estar atento a lo que el otro está expresando puede hacer la diferencia.
3. No juzgues: Quizás esta es la parte más difícil de validar, evita lo más que puedas hacer juicios de valor sobre las emociones del otro, esto te ayudará a ser más comprensivo y mostrar empatía.
4. Está bien no estar de acuerdo: Recuerda que validar no significa estar de acuerdo, esto no se trata de justificar cosas con las que no nos sentimos cómodos o identificados..
5. Sé genuino:a La honestidad es muy importante a la hora de validar, la idea no es decir mentiras o inventar escenarios que no han ocurrido para demostrar que comprendes lo que el otro siente, no temas decir que jamás has estado en una situación similar, esto es mucho más valioso que fingir algo por lo que nunca has pasado.
Validar no solo hace que los demás se sientan más comprendidos sino que también moviliza a la solución de problemas, siempre y cuando no sea utilizada para justificar comportamientos poco funcionales. La mejor manera de aprender a validar es poniéndola en práctica. Tal vez sea difícil al comienzo pero como cualquier habilidad mientras más se entrena, más dominio se tiene y así es más fácil identificar cuándo es recomendable usarla y cuando no, mejorando así nuestra relación con los demás y hasta con nosotros mismos.
Boggiano, J. and Gagliesli, P., 2020. Terapia Dialéctico Conductual Introducción al Tratamiento de Consultantes con Desregulación Emocional. 1st ed. La Plata: Tres Olas Ediciones.
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